Hace muuuuucho tiempo Susana se puso en contacto conmigo para realizar unas fotografías muy naturales de su hija. Tenía claro lo que quería, naturalidad, espontaneidad, frescura… y yo tenía claro cómo iba a hacerlas. Las vicisitudes del destino a veces nos hacen aprender a tener paciencia y en este caso ocurrió así. Imprevistos varios que no impidieron que las fotos hayan resultado del todo inspiradoras. Susana, Richard, Sofía y yo pasamos un muy buen rato al aire libre, una buena tarde de Agosto en Zaragoza si señor! Sofía y sus ojos me hicieron disfrutar de la fotografía y aunque se movía rápida y sagaz le seguía con discrección, sin que se diera cuenta y fue magnífico acercarme sin la cámara y todo un lujo acercarme con ella.