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Sara y Miguel me invitaron a ver donde vivían en Winchester, Inglaterra, la ciudad del rey Arturo y los caballeros de la mesa cudarada, perdón… redonda ;)
Dimos un paseo y me enseñaron lugares donde solían perderse, donde solían encontrarse. Los bosques ingleses siempre maravillosos, donde parece que en cualquier instante va a salir un personaje imaginario o tal vez real pero que sólo en soledad se nos aparece con total transparencia y nos hacen pensar en juegos y en cuentos y en leyendas mágicas. Era el escenario perfecto para colarse a través de las ventanas fecundas de una ciudad medieval. Para crear reflejos en árboles de más de cien mil ramas, cada una con una historia. Para ver atardecer desde las colinas donde Arturo tal vez se sentaba a contemplar su reino. Para echar una ojeada a libros encantados que esperaban un lector apostados en una biblioteca callejera, de esas que aún conservan el encanto y el placer por la lectura.
Como veis las fotografías parten de cada uno de los elementos que las forman para crear una historia nueva, no es tanto una realidad, sino un nuevo hecho.
Disfrutar de estas fotografías hechas por un fotógrafo de boda de Zaragoza, en Winchester, Inglaterra.